Satélites destinados a la red de navegación GPS pierden posiciones de destino
El 22 de agosto la nave espacial Soyuz se preparaba para llevar a cabo una nueva misión, transportar dos satélites europeos Doresa y Milena para ser lanzados a la constelación Galileo, estos satélites se unirían a otros cuatro ya en órbita lanzados en 2011 y 2012 respectivamente. Pero un fallo de propulsión del cohete y en el sistema de navegación hizo que los satélites entraran en una órbita más baja de lo esperado tras ser lanzados desde Kourou en la Guayana Francesa.
Según el presidente del Centro Nacional de estudios espaciales Jean-Yves Le Gall, los satélites no podrán ser recuperados por no estar en una órbita circular cómo deberían estar.
Por lo que es necesario determinar las causas que pudieron provocar esta anomalía, para desarrollar las acciones correctivas y reanudar el lanzamiento de Soyuz. Este fallo ha supuesto un revés para el desarrollo del nuevo sistema de navegación por satélite Galileo que esta rivalizando con el sistema de posicionamiento global de Estados Unidos GPS.
Galileo proporciona servicio de posicionamiento bajo control civil e interoperable con los sistemas GPS y GLONASS
El programa Galileo se lleva a cabo por la Agencia Espacial Europea y se financia por la agencia y la propia UE, ofrece un posicionamiento preciso en tiempo real e informa de cualquier fallo en cuestión de segundos, actualmente tiene 30 satélites, dando servicio en aplicaciones para la seguridad y fiabilidad sin precedentes.
El posicionamiento por satélite se ha convertido en un elemento fundamental en materia de sincronización, ofreciendo una cobertura en cualquier punto del mundo, además es compatible con los sistemas GPS y GLONASS como con los nuevos sistemas que se están desarrollando en China.
Estos sistemas permiten sacar el máximo partido y múltiples beneficios en aquellas aplicaciones donde se requiera un mayor control por GPS, localización y control de flotas de vehículos, trenes o aeronaves.
